Mantener a los niños protegidos del sarampión
Cuando uno se criaba en los años 50, las enfermedades durante la infancia parecían inevitables. Por ejemplo, todos mis hermanos pasaron la varicela y uno de mis vecinos padeció poliomielitis. Después, las familias empezaron a tener una mayor disponibilidad de las vacunas para la prevención de enfermedades como la varicela, la hepatitis y la gripe. Las vacunas hacen que el niño esté en un entorno protegido de enfermedades potencialmente mortales y fomentan la salud.
El sarampión puede provocar que su niño se ponga muy enfermo y, aunque exista una vacuna, actualmente hay un brote de sarampión porque muchos padres se niegan a vacunar a sus niños. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el sarampión es tan contagioso que si una persona lo tiene, hasta el 90 % de las personas que estén cerca de esa persona y no sean inmunes también acabarán infectadas. Las personas que viajan pueden también propagar el virus del sarampión porque en otros países casi no hay vacunas. Me asocié con Jeffrey Bender, MD, el director médico de la División de Enfermedades Infecciosas en Children’s Hospital Los Angeles, porque quería arrojar un poco de luz sobre el sarampión y dar opciones que puedan ser útiles para mantener a su familia protegida y sana.
Datos acerca del sarampión
- El sarampión es muy contagioso, así que vacunar a su niño es sumamente importante.
- Morirán hasta tres niños de cada mil que tengan el sarampión.
- También pueden aparecer complicaciones importantes, incluida la neumonía, pérdida de actividad cerebral y encefalitis (inflamación del cerebro).
- Los bebés son más vulnerables de tener el sarampión porque no se pueden vacunar hasta que hayan cumplido un año de vida.
- Los casos de sarampión son más graves entre los adolescentes.
Por favor, visite el sitio web del Condado de Salud Pública de Los Ángeles para obtener más información actualizada acerca de los síntomas, y como recurso para usted y su familia.
Signos y síntomas del sarampión
Empezarán a aparecer los signos y los síntomas entre cinco y diez días después de que su niño haya estado expuesto al sarampión.
Primeros signos y síntomas
- Tos
- Fiebre, que puede ser alta (en torno a los 103-104 grados Fahrenheit)
- Pérdida de apetito
- Ojos rojos
- Congestión nasal
- Cansancio
Signos y síntomas secundarios (de dos a cuatro días después de la aparición de los primeros signos y síntomas)
- Empieza a salir un sarpullido de puntitos rojos (a veces abultados) en la cara, y puede aparecer en la boca y esparcido en todo el cuerpo.
¿Quién es más vulnerable ante el sarampión?
- Aquellos quienes tienen un sistema inmunitario deficiente
- Los profesionales de la salud
- Los maestros y los trabajadores en las guarderías infantiles
- Los estudiantes
- Las personas que no se han vacunado
- Los turistas o las personas que viajan
Prevención del sarampión
Hay dos vacunas necesarias para evitar que su niño se contagie del sarampión. Se pondrá la primera vacuna a su niño entre los 12 y los 15 meses. Se pondrá la segunda vacuna cuando su niño tenga entre 4 y 6 años. Vacunar a su niño es un paso adelante para evitar enfermedades graves y para que este pueda hacer lo que se le da mejor: ser un niño feliz y sano.
“Vacune a su niño. Los Ángeles es una ciudad internacional que recibe visitantes de todo el mundo. El sarampión se propaga con mucha rapidez y facilidad entre las poblaciones que no están vacunadas, y puede ser terrible”, dice el Dr. Bender, un médico a cargo en la División de Enfermedades Infecciosas de CHLA.
Tratamiento del sarampión
Puede que el médico de su niño tome alguna de las siguientes medidas si su niño se enferma de sarampión:
- Recetar suplementos de vitamina A para tratar el sarampión.
- Recetar medicamentos para la fiebre, el dolor y la tos.
- Recetar antibióticos para la infección que resulta de rascarse el sarpullido.
- Proporcionar líquidos intravenosos.
- Recomendar reposo en cama.
- Recomendar baños con agua templada frecuentes para la fiebre y la picazón.
Esté atento a los signos de fiebre, dolores de cabeza, vómitos, somnolencia, convulsiones o coma repentinos, que pueden ser una señal de encefalitis (inflamación del cerebro). Además:
- Esté atento a los cambios en el comportamiento o nivel de conciencia, por ejemplo, actividad convulsiva o somnolencia, ya que pueden ser un signo de encefalitis.
- Vigile los síntomas de problemas de respiración porque pueden aparecer complicaciones como la neumonía.
- Exija que su niño esté alejado de las otras personas porque las gotitas de la tos son contagiosas.
El objetivo es la prevención. Por favor, hable con su profesional de atención de la salud acerca del valor y la importancia de las vacunas para la salud de todas las personas en su comunidad y en su entorno. Puede visitar el sitio web del Condado de Salud Pública de Los Ángeles para obtener más información actualizada acerca de los síntomas, y como recurso para usted y su familia.